EL CAMINO DE LA ATENCIÓN

 

Todo empieza por la ATENCION y todo acaba con la ATENCION.

 

Muchas veces en la vida nos descubrimos  pensando en cambiar algo, de dentro o de fuera, muchas veces  estamos juzgando o criticando hacia dentro o hacia fuera, sin darnos cuenta que  todo cambia cuándo “nos damos cuenta”, ese camino, el de darnos cuenta, es el camino de la atención, sólo atención, ya vendrán los discursos.

 

Ser consciente es un estado subjetivo de percibir algo, dentro o fuera de nosotros mismos y esta consciencia es la punta del iceberg de lo que llamamos inconsciente.

 

La conciencia es el substrato no-dual donde reposa tanto la consciencia como la inconsciencia, esta conciencia no esta sujeta a la forma, ni al nombre, ni a ningún tipo de modificación, alineación o diferenciación. Es transcendental, esto quiere decir que incluye, integra y trasciende tanto a lo individual como a lo universal. Ken Wilber habla de Pre-consciencia, consciencia y supraconciencia. Y se refiere a que el niño no sabe que sabe, el adulto sabe que sabe y el sabio ES.

 

Los recientes estudios sobre el inconsciente (Allan Zinder o John Bargh) hablan  de que la capacidad de procesamiento del consciente es de 50 bits por segundo, frente a once millones que procesa nuestro inconsciente.

 

Dice Matthien Ricard “La meditación es el perfeccionamiento de las capacidades innatas que poseemos. Algo que refleja la naturaleza autocurativa del organismo humano y la capacidad de adiestramiento mental sistemático para optimizar el equilibrio dinámico de lo que, tanto a nivel cognitivo como emocional, somático, relacional y espiritual se entiende como salud”.

 

A veces podemos pensar que esto de meditar, de estar atentos, de darnos cuenta, es el camino de unos cuantos y nada tienen que ver con uno, pero en realidad es el camino curativo para la humanidad. Si fuésemos consciente de que el famoso Stress acorta los telomeros implicados en la división celular y el envejecimiento y como la Meditación activa la producción de telomerasa no nos parecería tan innecesario el cultivarnos a nosotros mismos y veríamos que esa comprensión  que nos lleva a sentir más Empatia, unión, compasión,  benevolencia y serenidad y en definitiva Felicidad  es nuestro camino, el camino de todos.

 

 

Durante la meditación se crea un puente de acceso de la consciencia al territorio inconsciente y amplia la consciencia y así vamos progresando, ganando terreno al inconsciente, iluminándolo para que forme parte del consciente y así hacernos poseedores de todo lo que contiene.

 

Un tercer nivel de percepción. El biólogo  Rupert Sheldrake habla de los  campos mórficos, como una tercera vía de interpretación de la realidad, además del consciente y el inconsciente y viene a decir que en el campo llamado “humanidad”, todo lo que hago, automáticamente, influye en los otros y viceversa, deduciéndose, por tanto, que las mentes de todos los individuos de una especie se encuentran unidas y forman un campo mental planetario. Si un individuo aprende  una habilidad les será más fácil aprenderla a otros individuos de su entorno y por eso la Meditación se extiende cada vez más con más facilidad.

 

EL DARNOS CUENTA. Es el mirar antes de la interpretación mental llegue a apoderarse de la experiencia que estamos viviendo,  permite una menor perturbación por los estímulos, por eso que llamamos “lo que sucede” y así cualquier acción, cualquier  emoción, cualquier pensamiento o cualquier reacción personal, es percibida, reposada, aceptada, integrada y trascendida, lo que supone un acercamiento al instante presente y un alejamiento de la divagación mental que tan irresponsables nos hace de nuestra existencia.

 

Una persona consciente percibe sus procesos internos, pero no se identifica con ellos y así da lugar a que aparezcan opciones diferentes para su vida. Esto seria  responder desde la Presencia.

 

¿Que supondrá todo esto? Salir de la idea de que uno esta en su cuerpo/mente y enfrente esta “la realidad” y entrar en que lo otro y yo no tiene una frontera como mi mente había  creído hasta ese momento apoyando una vivencia de no-dualidad, de no separación.

 

                                   (Reflexiónes  sacadas de distintas fuentes y asentadas en mi)


 

 

MANUAL DE MEDITACION. MI EXPERIENCIA SENTIDA

 

 

 

Este “manual” de meditación pretende sintetizar de forma sencilla y accesible los aspectos de mi trayectoria práctica de la meditación, así como un “guión” para los que se inician.

 

¿CÓMO O PORQUE EMPEZAR A MEDITAR?

 

Quizás haya personas que lleguen a la meditación por un afán espiritual, porque comprende que es en la espiritualidad donde encontraran su esencia, su autenticidad, donde no se sentirán separados y en lucha con todos y sobretodo con uno mismo.

Quizás porque hay una búsqueda de algo más que este vivir cotidiano, una búsqueda de felicidad que se cree posible más allá de posesiones y de identificaciones ideales sobre el cuerpo, el prestigio, el dinero, la profesión, etc. Y hay algo en nuestro interior que empuja a que salga “ese algo más”, nos llama a mirar en otro lugar y de otra forma a como la educación recibida nos ha enseñado.

Quizás porque comprendemos que el sufrimiento es distinto del dolor y sufrimos. El sufrimiento nace del miedo. Miedo a perder lo que uno tiene, miedo al cambio, miedo a perder la salud, miedo a envejecer, miedo a la propia vida, miedo al que dirán, miedo a la imagen ante los demás, etc.

Quizás porque vemos que lo que creemos ser, se nos presenta como algo sustancial y objetivo, estable y nos hace sufrir. Empezamos la búsqueda de“otra imagen” de nosotros y esa búsqueda nos lleve a encontrarnos con “la no imagen”, es posible que nos desapeguemos de la imagen que tenemos de nosotros mismos y nos abramos a experimentarnos desde otro nivel.

 

¿CÓMO ME INICIE EN LA MEDITACIÓN?

 

Mi experiencia y la de la mayoría de las personas que conozco que son meditadores habituales llegamos a la meditación porque sufríamos y queríamos salir del sufrimiento y pensamos o alguien nos dijo que esto podía ser una herramienta, una técnica (que horror, hoy se que no es una herramienta, es mucho más)

Yo sufría porque temía y temía todo lo que no era como yo había imaginado, situaciones o personas. Y claro está consideraba, que yo era persona “razonable” y lo que deseaba era posible y lógico, que no pedía ningún imposible (que iluso, todo era imposible, sólo eran deseos ideales que alimentaban mi ego).

Yo temía por la posibilidad de muerte, enfermedad o sufrimientos de mis seres queridos más cercanos, porque no controlaba el dolor del mundo, porque me hacía cargo de sufrimientos de personas cercanas a mi y después no sabia que hacer con ello, porque muchas conductas o pensamientos míos no me agradaban y no conseguía desecharlos, porque temía el rechazo o la opinión de los demás, o sea por todo lo que sufrimos los seres humanos y que en cierta medida, parecía que sólo me pasaba a mi.

 

¿QUÉ ES LA MEDITACIÓN?

 

En realidad, lo que comúnmente llamamos meditación, tiene que ver con el despertar de la atención plena, y con una neutra observación que permite vivenciar el Aquí y el Ahora.

Es por ello que se practica haciendo silencio interior, para desde ahí, desplegar una consciente atestiguación de la corriente de sensaciones, sentimientos y pensamientos que circulan en nuestro interior.

La Meditación es una practica que consiste en enfocar la atención de forma consciente y voluntaria, o sea que en lugar de que mi mente se vaya dispersando hacia todo lo que aparece como pensamiento o hacia ruidos o situaciones externas yo elijo un foco, que sea consciente de que tengo pensamientos y no que los pensamientos me tienen a mi

La Meditación nos ayuda a descubrir que nos ata, nos ayuda a descubrir la forma en que nuestro ego se agarra a las cosas para intentar engordar y ser fuerte.

 

La Meditación es la elección de estar aquí y ahora, es una forma de decir, solo me importa este momento.

La meditación es un camino, una forma de caminar en la vida.

 

Y ¿qué hacemos mientras permanecemos en silencio? Observar y observar.

 

Una observación de sensaciones, emociones y pensamientos que pasan por la corriente de consciencia. Una observación desde el punto más elevado de nuestra percepción, que conlleva absoluta neutralidad, es decir ningún intento deliberado de preferir, comparar, rechazar ningún contenido interno... tan solo atestiguar, procediendo a centrar la mirada externa de forma abierta y panorámica, o en la llama de la vela, en este caso permaneciendo presente en dicha llama y centrando su enfoque de manera que no haya despiste ni dispersión. Puede asimismo, optar por enfocar su atención en el proceso respiratorio, es decir, vivenciar conscientemente la toma de aire y la correspondiente exhalación, “sintiendo” las sensaciones del abdomen y del pecho así como la de las fosas nasales, al tiempo que se mantiene plenamente presente y neutro durante todo el proceso respiratorio.

También se puede ejercitar una observación abierta y panorámica centrada en la corriente mental, de forma que cada pensamiento que aparece sea atestiguado con total atención, una manera de disolver las asociaciones de ideas automatizadas que atrapan al meditador en el mundo de la mente pensante. Es decir, en sus recuerdos y anticipaciones, en las ideas asociadas “en automático” que le distancian del verdadero objetivo que subyace en esta excelente gimnasia. Objetivo que consiste en mantener la presencia en el “ahora”

Este supuesto suele ser representado con la metáfora de un observador sentado ante un río (el río de su mente) que atestigua cada tronco que pasa flotando. De la misma forma que pasan los troncos, los pensamientos también pasan y se alejan, confirmando la impermanente naturaleza del pensamiento.

 

Algunas cuestiones importantes de la meditación sedente (la que se realiza sentada)

 

-Elegir el lugar.

 

Igual que tenemos un lugar asignado en la casa para cocinar, asearnos o dormir. Cuando decidimos que la práctica de la meditación va a formar parte de nuestra vida, esta bien que encontremos un pequeño rincón o una habitación donde vamos a meditar, ya que ello llamara a la práctica, facilitará y contribuirá a esa paz y a esa práctica.

No hace falta un gran espacio, pero un cojin o una silla, un aislante para el suelo, una vela y un incienso para dar valor a lo que estamos haciendo en el lugar que deseemos de nuestra casa

Esto fue para mi un gran paso, elegir un lugar, un cojin (zafu) y un aislante (zafuton) hasta llegar a lo que hoy es mi práctica y es que tengo una sala en casa sólo para la meditación.

En dicho espacio de meditación, es recomendable colocar junto a la silla o cojín de meditación, una vela en el suelo delante del meditador. El hecho de encender tal vela representa la metáfora de activar un estado acrecentado de consciencia que abre la puerta de la práctica

Descalzarnos y saludar. Es un simple gesto de bienvenida, de respeto, de reconocimiento del lugar, de honrar la práctica. Unimos nuestras manos a la altura del corazón e inclinamos el tronco, expresando así el reconocimiento de lo sagrado

 

-Elegir la postura

 

. En este momento, la persona colocará sus manos en el mudra que haya elegido trabajar.

En este sentido, existen variantes. Variantes que van desde la que se realiza con las manos separadas y apoyadas en cada rodilla. Y por otro lado, las dos manos juntas y cercanas al ombligo (o hara), con la mano izquierda sobre la derecha con los dedos pulgares unidos, tal y como señalan las tradiciones.

A partir del sonido de estos tres gongs, el meditador mantendrá la quietud total, tratando de aceptar y abrazar las zonas corporales de incomodidad, y no sucumbir a la tentación de rascarse, balancearse, apoyar la espalda o moverse.

 

¿Cuáles son los puntos claves de la postura?

 

La postura física guarda relación con la actitud psicológica y atencional que el sujeto adopte, tanto sentado en una silla como sobre un cojín, por lo que conviene tener en cuenta los siguientes puntos:

1. Espalda bien recta.

2. Barbilla recogida hacia adentro, liberando las cervicales, sin bajar ni subir la cabeza.

3. Hombros relajados y alejados de las orejas.

4. Músculos del abdomen flojos y relajados para permitir una suave dilatación en la inhalación.

5. Ojos entreabiertos, abriendo la mirada de forma panorámica, o bien cerrados, en función de la investigación que aborde cada cual.

6. Ligera y sutil sonrisa manifestada en un suave posicionamiento de las comisuras de los labios.

Si bien lo más importante no es la postura, con la postura comienza el foco de atención. Se trata de una práctica de la no acción, de reposar, de descansar. Ser consciente de ser.

Podemos elegir una silla con la espalda recta, los hombros relajados las manos en una posición cómoda, la mitrada hacia el suelo como un metro por delante de nosotros, boca relajada y casi iniciando una leve sonrisa y cerramos los ojo, si bien se puede hacer con los ojos entornados.

La postura tradicional, es sobre un cojín duro, piernas cruzadas, rodillas en el suelo

 

 

-Estar quietos

 

No es que no podamos movernos bajo ninguna circunstancia, pero estamos demasiado acostumbrados a reaccionar de forma automática en todo. Cuando una postura nos molesta, cambiamos, cuando algo nos entristece huimos. Para todo lo que nos sucede tenemos ya la reacción incorporada, pero ahora de lo que se trata es de desautomatizar y ser conscientes de cada cosa que hago, sin reaccionar y sin responder, sin emitir ni siquiera una respuesta, solo observar.

Si fuese necesario ese movimiento (aunque algunas tradiciones meditativas no lo contemplan), después de alguna respiración consciente se realiza el movimiento que queramos.

 

-La respiración

 

Es el foco que proponemos elegir, o sea, es donde ponemos nuestra atención cuando ésta se dispersa y decide irse a un pensamiento sobre el pasado o comenzamos a irnos a pensamientos sobre el futuro (tareas pendientes, o como será tal o cual cosa)

 

-la actitud y la constancia

 

Repetir, repetir, repetir, sin esperar nada, abierta a lo que suceda, sin preferencias ni rechazos, y quizás, cuando finaliza la meditación y se apaga la vela, uno siente que tiene puesta una llama permanente que se ha avivado durante la práctica, una llama, encendida en nuestro pecho y que a lo largo de toda la jornada tenderá a hacerse presente en los diferentes momentos en que así suceda.

¿Existe alguna otra forma de meditar? Existen muchas, pero yo sólo me centrare en aquellas que practico habitualmente.

 

La Meditación caminando consciente

 

Una de las practicas meditativas más relevantes se realiza manteniendo las mismas condiciones de atención y presencia en el ahora durante el ejercicio de caminar. El

Caminar conscientemente es uno de los momentos más integradores el enfoque al momento presente basado en el pie que ahora pisa. El meditador atestigua que “esta pisada” es “la única pisada” que sucede ahora, y que “este paso” es el “único paso”, y así sucesivamente, en total atención y presencia.

Es por ello, que en la tradición meditativa se combina el trabajo atencional en la inmovilidad sedente descrita anteriormente, con este particular caminar que desentumece algunas partes del cuerpo y entrena la atención en el ahora.

 

Esta modalidad de meditación en movimiento nace para desentumecer las piernas y aliviar físicamente al meditador que puede así cambiar de postura sin abandonar la práctica atencional. La Meditación Paso a Paso consiste en caminar de forma “exageradamente” lenta de manera que permita atestiguar cada pequeño movimiento. Su práctica esta inspirada del llamado Kinhim de la tradición Zen.

Conviene señalar, que durante cada paso se atestiguan los instantes en los que todo el peso del cuerpo se apoya en un solo pie, hasta que se apoye el siguiente, algo que conlleva un estado de atención acrecentada y total presencia.

 

¿Cuándo finaliza la meditación?

 

Si hay un facilitador. Pasado el tiempo, un toque de gong anunciará el fin de esta gozosa disciplina.

Será entonces cuando el meditador podrá deshacer su postura y aliviar con un estiramiento u otro proceder, aquellas partes de su cuerpo en las que sienta acumulada una mayor tensión.

Pasado más o menos un minuto, el coordinador se levantará y procederá a realizar una inclinación que tiene como significado agradecer la práctica y honrar al grupo de compañeros. Una inclinación que será optativa para el resto de los presentes que podrán permanecer en quietud atencional.

Si estamos solos. Nos ponemos un reloj que nos avise de forma suave e igualmente hacemos una inclinación para agradecer.

 

¿QUÉ ES HOY PARA MÍ?

 

Hoy para mi es un posicionarme en mi centro para salir al mundo, es darme cuenta, tomar conciencia desde donde vivir todos los acontecimientos que la vida quiera traerme, es comprender que nada tiene porque cambiar, sin embargo yo lo veo todo diferente, es no intentar que la vida sea lo que yo quiero y si no es así sufro, es comprender que puedo amar la vida tal como es, a las personas tal como son y no como a mí me gustaría que fuesen. En definitiva es paz, inteligencia y amor

 

¿CUÁLES SON ALGUNOS BENEFICIOS DE LA MEDITACIÓN?

 

Hay cientos de beneficios ya reconocidos, a través de los estudios que en los últimos años se han hecho sobre monjes que son grandes meditadores. Beneficios tanto a nivel físico, psicológico, como espirituales.

Los beneficios de la meditación son tan innumerables que para abarcarlos todos se precisaría elaborar un voluminoso apéndice. Sin embargo, se pueden apuntar varios pilares en los que se sustentan los mismos:

1. Mejora la salud física y emocional.

2. Rebaja el nivel de ansiedad, permitiendo aflorar la serenidad y la paz profunda que en realidad somos.

3. Alivia los procesos de duelo y resolución progresiva de los mismos.

4. Disuelve rencores y viejas heridas larvadas en el subconsciente con sus consiguientes procesos de negatividad.

5. Favorece el desapego y relativiza los extremos de la personalidad.

6. Favorece la maduración emocional de la persona y expande la autoconsciencia.

7. Aumenta la lucidez mental, despertando la creatividad y el autodescubrimiento.

8. Permite aflorar el amor universal expresado en perdón, respeto y compasión a todos los seres vivos.

9. Desidentifica la conciencia profunda del que en realidad observa, del personaje o máscara creada por el ego y que constituye la cara más relevante de nuestra personalidad.

10. Aumenta la concentración y la sensibilidad en la vida cotidiana, permitiendo un mayor disfrute de los detalles pequeños

 

¿QUÉ BENEFICIOS HE SENTIDO EN MÍ?

 

Sentía una gran perdida de fuerza, de energía, que fui recuperando, mejorando mi salud física, me embargaban las dudas sobre que hacer en muchos momentos y surgió una claridad mental para la resolución de cosas prácticas, que aparece cuando me silencio y hace que las dudas sean menores y si surgen que sean muy acogidas, Tenia muchos reparos sobre las personas, juzgaba y criticaba “desde el sentido común”, sin darme cuenta que no hay nada fuera de mi que no este dentro de mi y se fue produciendo una apertura desde el corazón que me hace amar con mayúsculas a todos los seres y por lo tanto comprender al otro, saber que todos las personas hacen lo que saben hacer y que si no hacen más, como demanda mi mente, a veces, es porque están donde están. Así

Comprendo que lo que otros hacen no es nunca contra mí, es simplemente lo que esa persona puede en ese momento. He sentido calma, paz, serenidad, en definitiva bienestar físico y emocional y darme cuenta que tengo un cuerpo y tengo pensamientos, pero que hay un YO más grande que todo eso y que pertenece a la conciencia, a algo más profundo, que a veces las palabras no alcanzan a concretar.

 

¿QUÉ OTRAS COSAS DECIR DE LA MEDITACIÓN? O ALGUNAS REFLEXIONES QUE ME AYUDARON A COMPRENDER.

 

Hay tanto que decir, que simplemente haré algunas aportaciones, pero tengo que decir que toda la información, por muy valiosa que sea, es nada comparado con una práctica de 20 m., nada nos va a enseñar tanto como nuestra propia experiencia. Así ha sido para mi, y así ha sido para todos lo meditadores, aunque muchas veces no sentimos esa sensación tras una práctica. Aún así me voy a atrever, de forma sencilla, a comentar algunas cuestiones que a mi me han servido y me sirven para seguir caminando consciente, para abrirme, para comprender.

Cuerpo y mente consciente. Un recurso que tiene el cuerpo para ahorrar energía es automatizar, incorporamos conductas y las automatizamos desde que somos pequeños y esta práctica hace que se genere una tendencia a la inconsciencia, pero esto tiene un inconveniente y es que no vivimos la vida, repetimos constantemente. Igualmente se van grabando en nuestra mente patrones de conductas, pero cada vez sabemos menos de porque actuamos como actuamos o de cómo nos sentimos. Comenzar a ser consciente de que dice mi cuerpo y porque mi mente interpreta de esta forma y no de otra, es un ejercicio muy recomendable y todo ello se va poniendo de manifiesto con la práctica meditativa.

 

Si de verdad queremos hacer de la meditación una práctica habitual y disfrutar de sus beneficios debemos saber mirar nuestros pensamientos. Si bien nuestros pensamientos son un logro en el desarrollo evolutivo. En la meditación nos damos cuenta de que nos identificamos con los pensamientos que tenemos y creemos que la realidad es lo que me muestran los pensamientos, sin darnos cuenta que los pensamientos solo nos muestran el como hemos ido creando un cuerpo de creencias inconscientes que determinan el como miramos. Además nuestros pensamientos van enganchados unos a otros y para una idea lucida que viene, han aparecido muchas ideas que nos sumergen en

angustias, miedos e impotencias.

 

No se trata de controlar los pensamientos, sino aprender a darnos cuenta de ellos con ecuanimidad y aceptación y además estar aquí y ahora, sin que me lleven de un lugar a otro, de un sentir a otro. Meditar es estar en un estado de atención placida y amorosa viendo los pensamientos y dejándolos pasar.

Vamos descubriendo pensamientos de fantasías, pensamientos de planificación, pensamientos de traumas pasados, pensamientos de ideas creativas y geniales, pensamientos de quejas y críticas, y nosotros seguimos aquí y ahora.

 

Importancia de la terapia

 

La Meditación no puede hacer todo, o quizás si, pero en un proceso de muchos años, por ello es recomendable hacer terapia e indagar en nuestros condicionantes de vida, en

Nuestras bolsas de dolor. La enfermedad es la incoherencia reflejada en nuestro cuerpo en forma de síntomas o malestares físicos y la ansiedad o los desajustes en nuestras emociones y conductas son la muestra de la incoherencia profunda e inconsciente. En realidad una terapia profunda pretende encontrar las emociones ocultas que hay detrás de todo acontecimiento traumático o estresante que se puedan presentar en nuestras vidas y que nos llevan a pautas inconscientes que promueven esta incoherencia que después vemos manifestada en nuestro día a día con dolor.

 

Se trata de integrar aquellos aspectos desconocidos de nosotros, pero que en realidad están dirigiendo nuestra vida de una forma inconsciente en el consciente.

El trabajo terapéutico tiene que ver con hacer consciente lo inconsciente. Que algo no funcione sin que yo lo vea.

Conciencia testigo. Observa cuando haces silencio tras una conversación acalorada y es ahí, en ese momento, cuando tú escucha y el silencio se convierte en apertura un mayor nivel de percepción y de comprensión

El silencio. Forma parte esencial de la práctica meditativa, pero no es la mera ausencia de palabras o sonidos, sino que empapa todo nuestro interior y podemos extenderlo a distintas actividades, comer, caminar u otras. De esta manera el silencio verbal se extiende a la mente y se abren los sentidos. El silencio es un estado sin juicio, que se mantiene en la observación neutra.

 

La verdadera escucha del otro, se hace desde el silencio.

El valor de la palabra. La verdad debe ser dicha, pero ¿desde donde?, si es desde la ira, el miedo o la queja no hay lugar en el otro para recogerla, si es desde la serenidad, la compresión, el amor el otro tendrá el recipiente adecuado para recogerla, incluso aunque desde lo aparente no se entienda.

Miedo. Tiene la función de prevenirnos de peligros que puedan amenazarnos, pero poco a poco, vamos recogiendo en nuestro inconsciente peligros para los que no podemos estar preparados y si intentamos estarlo destruimos nuestra vida, nuestra experiencia, por eso que nos es temido y que no es real.

 

Los deseos. El deseo es el impulso de poseer y revela la carencia, es como si nos faltará algo, como si no estuviéramos completos. Nos identifica con lo deseado y “hasta que no lo tenga no soy”, por eso nos saca de nosotros mismos.

La Espiritualidad. Es lo sagrado, lo que puede conducirnos a una verdad más profunda de nosotros misma. Todas las tradiciones espirituales, con un lenguaje más o menos sencillo, han transmitido la necesidad de dejar pasar los pensamientos y quedarse en la mera atención amorosa. Esta atención genera en la conciencia un sentido de unión total, de no sentirnos separados de los otros

 

Espiritualidad y vida cotidiana. Es lo que se llama la vuelta al mercado o estar en el mundo, después de un retiro, curso o práctica meditativa intensa, fuera de nuestro entorno habitual. Estar en el día a día con las situaciones cotidianas, familiares, resolver cosas prácticas después de haber sentido una gran paz, un gran amor, una gran lucidez.

 

Por muy agradable que parezcan los momentos vividos en la meditación, lo que nos enseña en verdad la meditación es experimentar con amor el momento presente, cada momento, con lo que ese momento tenga y a la vez tomar consciencia de su impermanencia.

 

Si uno acepta la realidad tal cual es, la conciencia invade el instante presente y se funde con aquello que estamos haciendo. Y así vamos descubriendo que la meditación impregna la vida cotidiana y como en nuestra vida cotidiana podemos estar atentos, en esa actitud de apertura y de aceptación de nuestro ego, del yo pequeño que nos acompaña sintiéndonos plenos. En definitiva el ego está a nuestro servicio y no al revés. Observamos al ego y reconocemos sus miedos, deseos, apegos y todos sus mecanismos automáticos y nos abrimos al momento presente con la conciencia plenamente a lo que sucede.

 

La impermanencia. Nos forjamos una imagen de que las cosas son permanentes porque el ego se construye de memoria. Si nos miramos al espejo no vemos los cambios, pero si nos comparamos con una foto de cuando éramos pequeños, o de hace diez años, todo ha cambiado, pero el cambio es lento y no somos capaces de percibirlo. Igualmente ocurre en las otras cosas de la vida. Si sabemos esto, nos colocamos en ese aquí y ahora, sabiendo que algo está sucediendo y que eso es único porque no podemos tener la certeza de que siga ahí y esta actitud en lugar de sumirnos en tristeza lo que nos hace es experimentar cada momento con plena intensidad. Cuando comemos comemos, cuando caminamos caminamos, cuando hablamos hablamos, cuando escuchamos escudamos porque nada es secundario.

 

El apego. El apego que tenemos a las cosas y a las personas nos ocasiona sufrimientos ante sus posibles o reales pérdidas. Si vemos la impermanencia, nos podemos soltar de la situación en la que estamos enredados. No hay nada fijo, ni estable, ni definitivo. La

Conciencia de la impermanencia es la conciencia del momento presente con todo lo que tiene, incluyendo su fugacidad.

 

Vivir plenamente el placer presente, sin el tormento del deseo por lo que podría venir, ni el miedo de poder perderlo, en eso consiste el arte espiritual.

Vivir desde el corazón. El amor y la compasión no consisten en propósitos morales. Son cualidades de nuestro SER profundo. Todo el trabajo en la vida es ir saliendo de los miedos y sentir el amor que somos.

 

Para el corazón el mundo es perfecto tal cual es. Para el corazón todo tiene una profunda razón de ser. El corazón comprende que todo necesita de todo, lo positivo de lo negativo, lo expansivo de lo contractivo, lo terrenal de lo espiritual. Si nosotros vamos practicando la meditación, de forma natural. Hay cosas que nos atraen más, que buscamos mas, que nos hacen sentirnos auténticos. Nos sentiremos más atraídos por los lugares sencillos, por la calidad de las personas que nos acompañan, por el contacto con la naturaleza, por el autocuidado, pero es la consecuencia, no algo que buscamos.

 

Pilar